SONETO PARA JOSÉ ALFREDO
Armando Gómez Villalpando
Con mucho talento en la cabeza
a sus canciones les ponía sazón,
blandía la pluma de su tristeza
para extraer rimas del corazón.
Busco en las féminas, bellos seres,
el amor, escurridiza quimera,
y la reina de todas sus mujeres,
no fue la última, ni la primera.
Pronto supo lo que era la muerte,
entendió la brevedad de la vida,
ante lo cual él, mejor se divierte.
Decidió envejecer sin medida
y jugar intensamente su suerte:
mucho amar, música y bebida.