Oigo tu dogma.
Estás hundido en él.
Me entristece.
País injusto:
¡qué tan poco nos
dura
la indignación!
¡Cómo se besan!,
hasta chisporrotea
la calentura…
Tanto interés,
tanta amabilidad
pero…¿qué querrás?
“Eres tóxico”,
dijo el espejo de
tu introspección
Sí, bien escrito,
más no sabe a nada:
crema chantilly.
Tu ocurrencia,
tan de repente dicha
¡cuánto alegra!
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