jueves, 28 de diciembre de 2023

Poesía 2023 4ta y última parte

 

In memoriam

 

En el silencio fósil

del fondo de la añoranza,

como barcos hundidos,

yacen aquellos

que quisimos fugazmente,

desdibujados,

desde hace tanto tiempo.


 

Periodista

 

Es,

de la pudorosa verdad,

tenaz voyeurista.

Atina,

quién sabe cómo,

a descubrir que hay un disfraz,

y sorprende,

contumaz,

a la sigilosa hipocresía.

Cuando alcanza lucidez,

logra despejar la bruma,

pérfida nube que oculta

la que se quiere secreta,

por vergonzosa y obscena,

soez desnudez del rey.

Día a día

 

Ritos analgésicos

de humor

de vuelo de ocurrencias

de sanación

para abandonarme

a la deriva del deseo

hacia rumbos ignotos

que revitalicen

que den lugar

a esa resurrección

de lo que a diario

nos mata la voluntad de poder

de quienes dictan el mundo.

 


 

Becarios del imperio

 

Horneados en las pérfidas

academias del imperio,

desembarcan

como invasores

en las playas del lugar

donde nacieron.

Les cambiaron

el poco corazón con que se fueron.

Les instalaron

reflejos, zarpas y algoritmos.

Les sembraron versátiles codicias

y desbrujularon sus anémicas lealtades.

Así, quedaron listos

para devorar a sus pares

y regurgitarles la riqueza de sus lares

a sus perversos mentores.

Poemínimo disléxico

 

Lo

único

que

poesía

era

poseía.


 

Arqueología facial

 

El aura del misterio en sus caras

semblantes cual novelas encriptadas

mucho viven hundidos en sí mismos.

Son rostros en cuyas geografías

se orean tantísimos pesares

de sus tan castigadas biografías.

 


 

Inspiración

 

Misterio,

escaso sazón,

otorgas linaje

a toda creación.

 


 

Animismo

 

Dios hermeneuta

Engendré aliento en las cosas.

Me arrepiento

de la perversión del azúcar.

La solidaridad del pan

me conmueve.

Respeto la severidad de los relojes,

y la lealtad de la tinta.

Esquizofrenia

no es

sino empatía.


 

Haikú

 

Paisajes muertos:

tierra encabronada

por tanta ofensa.


 

Calidoscopio de ideas

 

Hormigueo intracraneal.

Logo maridajes.

Kandinsky neuronal.

Sinapsis incestuosas.

Poligamia de ocurrencias.

 


 

Aire y viento

 

Cuando el aire es aire

escucha

está en todas partes,

enterándose de todo.

 

Cuando el aire es viento

habla,

dice en su idioma

de ráfagas, vértigos y soplos,

y no se detiene

hasta contarnos todo

lo que sabe.

 


 

Rayo

 

En el firmamento sosegado

irrumpe tronante

un latigazo de luz,

y el cielo y la tierra no atinan,

por un instante,

a ser lo que fueron

antes de eso.


 

Introspección

 

¿Quiénes soy quien soy?

¿Qué es eso que persigue salírseme de cauce?

¿Cuántas mujeres caben en mi corazón?

¿Cuántos conatos se marchitaran en mí?

¿Cuándo dejaran de aparecérseme esos fantasmas?

¿Cómo se esculpió el rostro de mi voz?

¿A dónde se dirigen los pasos que me llevan?

¿Cuánta agua corre en mí, cuánta se estanca?

¿Qué clase de morada soy que aloja héroes y cobardes?

¿Qué tanto seré mañana quién soy hoy?

¿Qué soy ese aliento que escribe estas líneas?

 


 

Conquista de mujer

 

Primero, el descubrimiento:

deslumbre

magnetismo.

 

Después, la hoguera:

Incineración

y apoteosis de los bríos.

 

Al final, la obsesión:

palpitar perenne,

dominio pleno

de ella en los adentros.


 

Leo poesía

 

Mis ojos se llenan de palabras.

Corren las líneas

veloz tren interminable.

Entre tantas caudas

un verso me invade

que nadie sentirá igual.

Subrayo varias veces

Y cuando

ese código disperso,

converge,

descifra mucho

de mi más hondo ser.


 

Foto

 

Veo tu foto.

Pienso en lo que fuiste,

y lamento tanto,

haberte tenido tan poco.


 

Un poema es

 

Un poema es

tan frágil,

tan rotundo.

No es de todos.

Sólo de quienes

le hallan sentido,

y lo hayan sentido.


 

Jardín

 

Eres un jardín

de secretos

y senderos de dicha,

que nadie ha visitado,

que nadie ha soñado,

tanto como yo.


 

Arqueólogo

 

Al principio

es la gran ilusión:

el Santo Grial del fragmento clave.

Al acecho de la huidiza huella,

escrutas conatos de vestigios,

y lacónicas muecas del pasado,

balbuceantes pistas que palpitan

en tus manos trémulas.

A veces,

la minucia descubierta

enciende el misterio,

activa la sospecha del origen,

de tan escasa materia.

Si hay suerte,

emergerán otros rastros

y hablarán y hablarán más historias,

caudas y destinos,

que empezaron con tan poco.


 

Vates fariseos

 

 

¡Cuánta moneda falsa!

¡Cuántos remedos!

Villaurrutean,

Se octaviopacean,

crípticos y vacíos.

Prolíficos impúdicos,

perpetran líneas

como cables sin electricidad.

Dirían más si se callaran…

 


 

Microscopia del instante

 

Los instintos del instante

instantes de los instintos

son pedacerías de tiempo

de las ganas diminutas.

 

Como un Big Bang de la vida

todo ocurre en un momento

puede ser una tragedia

o una sutil comedia.

 

En un instante se vive

la dicha de ser besado

y con ese igual rasero

puede alguien perder la vida.

 

¡Ay, instantes, poco duran

y nunca nos damos cuenta

de que ellos son la medida

de nuestra breve existencia.


 

¿Dónde hay poesía?

 

¿Acaso hay poesía en la lluvia?

Sólo si en tus ojos tienes

el anhelo de indagar

el enigma de las gotas.

 

¿Acaso hay poesía en la noche?

sólo si sabe tu piel

de esa brisa de las sombras

y de esa frescura sin luz.

 

¿Acaso hay poesía en tu amada?

Sólo si tu vida explica

y tu corazón delira

las veces que ella se ausenta.


 

Venta nocturna

 

Cebados de antemano

de módica alegría

deambulan mareados

entre cosméticas nubes.

 

Recorren rutas de espejismos

y pérfidos escaparates

con los ojos ahítos

de flashes de marcas

y brujos avatares

que prometen suplantarlos.

 

Sutilmente poseídos

ignoran el vacío que les crece,

silencioso y tenaz,

al terminar de comprar.

Audiósfera herida

 

¿No oyen ese silencio atroz,

esos rumores como agujas?

¿No oyen ese rechinido tenue

de un país que se quiebra,

y de una bandera

que sangre gotea?


 

 

Nota roja íntima

 

Si escribiéramos la nota roja

de nuestras biografías:

¿cuántas infamias nuestras

tendrían primera plana?

¿Cuántos reportajes

de riñas de cantina

con quienes más nos aman?

¿Cuánta gente entrañable

aparecería como desaparecida?

 


 

Búsqueda enloquecida

 

Siempre buscándote.

En cada mujer,

en cada desdén.

Tras el disfraz

de la tentación

de ciertos modos de andar.

En el magnetismo de la carne

y más allá del deseo

en pos de un no sé qué.


 

Monogamia paradójica

 

Mujer:

no te amarán,

verdaderamente,

hasta que seas la sede

de las suficientes poligamias

de quien dice quererte.


 

A veces Hyde…

 

Sucede muchas veces

que se escapa mi inconciente.

Tararea.

Interrumpe mi trabajo.

Sarcasmea.

Ofende cercanos y lejanos.

Cosquillea.

Inaugura simpatías.

Sus muecas

sucitan extrañamientos,

reproches

y sorpresas.

Se niega a regresar

a su jaula de bien portado,

pero lo hace.

Deja un loco paisaje

después de sus correrías,

Y una sonrisa

que ni el recuento de los daños

me la quita.


 

La escuela indecible

 

Muchos no saben que no saben.

Les han hecho creer que saben.

Y se la creen.

Por eso piensan

que al escuchar a sus maestros

aprenden.

Pero cada vez crece más

esa nube en sus cabezas.

Cada vez más

los fastidian los textos:

les recuerdan

que la vida está en otra parte.

Pero siguen asistiendo,

 como manda,

al suplicio de su certificación.

Y muchos maestros fingen

que les importan,

pero les valen madres.

Y, así,

la escuela sigue,

la escuela va,

viento en popa.

 


 

Eros contra Tanatos

 

Sí, claro, el trance lúbrico,

los anhelados espasmos…

aunque más fuerte,

el frenético escape,

el galope de siempre,

para que no me alcance

 la muerte.

           

Poesía 2023 3era parte

 

Correr el campo

 

Tienes seis años.

Te veo correr el campo,

inmerso en el lance,

con dos amigos.

Tu sonrisa encendida

por la fricción de la alegría

con la honda convicción

de ser la velocidad

en el intenso jadeo

de la breve eternidad

de esa fugaz plenitud

que consagraba tu infancia.


 

Poemínimo # 65

 

Ojalá que tus medidas

para mí, nunca se midan,

y se ofrezcan desmedidas.


 

Poemínimo # 25

 

Me moriré en la raya.

Más precisamente:

en la raya de tus nalgas.


 

Vengo a decirles…

 

Yo vengo a decirles

que se embriaguen de saber,

de conocer lo que ignoran,

que enterarse los conmoverá.

Vengo a decirles

que sus pasiones atomizadas

 pueden confluir

en lo que más importa.

Vengo a decirles

que el decirles

es más importante que lo que se dice,

para que se atrevan a decir.

Porque hablar redime

de la esclavitud de un silencio

que subyuga aquello

que más hondamente sienten,

lo que más profundamente

aguarda ser dicho:

lo que son.


 

 

Canto a Mímismo

 

Mímismo: te voy a cantar.

Como no sé qué mereces,

serán loas al tanteo.

A’í va la primera (tú me dices):

“¡Oh, Mímismo, Mímismo!

(Creo que es buen inicio)

¿Qué pesares has remontado?

¿Cuántos enemigos has superado?

(como no te conozco tan bien, te pregunto)

Quizá sabes cómo masca la iguana

y sueñas inefables a punto de ser dichos…

¿Quién eres, Mímismo?

¿Cómo es que irrumpiste en el papel?”

Bueno, no me inspiraste más que esto:

¡Adiós, Mímismo!

Haikú a Nadia Comaneci

 

Sólo tú, Nadia

fuiste ese milagro

irrepetible.


 

Microcosmogonía de mis ayeres

 

Nací en el Big Bang

 de los sesentas.

Todavía hoy

sus pulsaciones

circundan mi cráneo.

Son el adn de mis gustos

y de mis ideas.

Fue mi despertar

en una riqueza

que aún arde.


 

¿Qué no te he dicho?

 

Si te fijaras

en cómo

si tasaras

 el cuánto

 te miro

sabrías tanto

que te he dicho.

Y si hicieras el recuento

de las dudas que tienes

sobre lo que no te he dicho

descubrirías

que desde hace mucho,

no sé cuantas veces,

te dije bastante,

lo suficiente para entretenerte

tachando mucho

de lo que inventariaste

como mi deuda contigo

de decirte.


 

Cyborgs terminators

 

Serán (¿son ya?)

más y mejores,

los más allá de nosotros.

Golems mestizos

de carne y chip.

Frutos de codicia fáustica

desenfrenada genealogía contrarreloj

amnesia de su estirpe.

Pronto

sus reencarnaciones mejoradas

serán nuestra extinción.

 


 

Onco selfie haikú

 

En esa placa

imagenológica

posa el cáncer.

 


 

La poesía

 

Es la poesía

autopsia de lo inefable

dialecto del silencio

pliegues de luz.


 

El ánima de las cosas

 

Sé del masoquismo

 de la pluma

y de la hipocresía

 de algunos libros.

Padezco la perversión

 de la azúcar.

Me conmueve la nobleza

 del pan.

Respeto la severidad

 de los relojes,

 la lealtad de la tinta.

No es esquizofrenia:

es empatía zen.

 


 

Ganas de escribir

 

Sentir como un mareo,

conatos de escribir rayos

y no palabras bien portadas

(para que digan que qué bonitoooo),

sino palabras babeantes,

O palabras para untar mujeres

y treparlas a mi aullido,

a mi terciopelo.

Escribir la vida flamígera,

la de las verdades que tatúan,

tan siquiera para olvidar

al menos un poco

las tantas infamias

que no podemos matar.

 


 

Miaukú

 

Los gatos saben

tantísimos misterios

pero los callan…

 


 

Jardín Zen

 

Paisaje estupefacto

Vértigo bruscamente detenido

Cercanísima lejanía

Magma suspendido

Silencio grandilocuente

Epifanía en el alambre

Trascendencia congelada

Vacío por fuera,

pleno por dentro

Sonido inaudible

Lienzo de aforismos mudos

Flujo que recorre

una invisible cinta de Moebius

Intuición atrapada

Eterna efimeridad


 

Aliento

 

Hoy

hasta los silencios se desgañitan

y no hay virgen sin padrote.

Los añicos de las buenas intenciones

se retuercen

o son cínicas baratijas.

Aun así

hay susurros

renegados del desencanto

y el sismógrafo de la esperanza

detecta latidos.


 

Haikú # 97

 

Ama el lago

la ansiada orilla

con tiernas ondas


 

Villaurrutiana (casi)

 

De lo que he sido,

en lo que he sido,

he enloquecido.

Es lo que he sido:

enloquecido.

 

 


 

Free poetry #1

 

Escribir sobre horizontes inefables

que lloran su destino.

No hay el consuelo de una lógica.

Trance inmisericorde

huérfano de vínculos.

La vida

lentamente

se tiñe de ira

y se repliega.

Y, ¡ay!, 

hay eso

que todos saben

pero nadie dice.

Un silencio

inaugura la reflexión

sobre remotos pesares

que resucitan

al ritmo de una música

que no quiere saber nada de nosotros.


 

Tantas veces en el ISSSTE

 

No tienen otra.

Rostros hundidos

nimbados de desilusión

pírricas máscaras

sobrevivientes de tantas infamias

aunque con la tozudez del salmón.

Los cuerpos

dóciles

ahí

derritiéndose

esperando la limosna

(que les cumplan su cita)

dispuestos

otra vez

a humillarse

a saciar el desprecio

la molestia que causan

a quienes odian atenderlos.


 

Haikú

La rosa sabe

que cuando se le mira

es más bonita.


 

Haikú a López Velarde

 

Genio demiurgo

del alma de la Patria

hecha palabras.


Aquel niño

 

Un niño en la calle

inmerso en sí,

negocia con sus precoces demonios

mientras sus gestos

delatan sus íntimos trances.

De pronto

un testigo inesperado:

una muchacha que vio todo,

se le aparece.

El niño la mira (la admira),

y por primera vez

sabe que una mujer inesperada,

(¡tan soñada…!)

será

muchas veces,

la salida

de la inadvertida cárcel de uno mismo,

la momentánea disolvencia

de tantos coágulos de vida.


 

Deseo cometa

 

El deseo es un cometa.

Para que sea cometa

se necesita que cometa

la falta,

el volver a encandilarnos,

de arrebatarnos a cualquier empeño,

cada vez,

durante mucho tiempo.

Algunas veces,

siempre aparece tenue,

una brisa en lontananza,

como una tonada predilecta,

que invade poco a poco,

todo lo que somos,

y lo que pensamos ser,

hasta que somos él.

Y así siempre,

La misma historia.

Vuelve,

Siempre vuelve.


 

Aliento poético

 

Surge de repente.

Es una ventisca in crescendo

que remueve y levanta en mí,

como hojarasca,

recuerdos,

amores,

pesares,

ganas fósiles.


 

Revelación

 

Apareces.

Te descubro.

Eres hermosa,

tan delicada.

Tu piel es una promesa.

Miras y hechizas.

No puedo creer

que seas tan perfecta.

Subyugado, le digo

“¿Quién eres?”.

Ella responde:

“Soy el espejo de tus deseos”.


 

Poesía 2023 4ta y última parte

  In memoriam   En el silencio fósil del fondo de la añoranza, como barcos hundidos, yacen aquellos que quisimos fugazmente, d...