martes, 9 de septiembre de 2008

LA NETA SOBRE LOS ASTROS


En esta época de trepidantes y de insólitos avances tecnológicos, somos cada día menos quienes podemos escapar a la influencia totalizadora de la chata cultura científica de nuestro tiempo. Urge hacer algo para detener esa fiebre por buscar razones terrestres a los diversos acontecimientos de la vida de los hombres.

En efecto, cada día surgen nuevos terminajos científicos, y también día a día es más difícil librarse de la ignorancia científica de las verdaderas y más profundas explicaciones de los hechos de la vida de nuestro planeta.

¿Acaso no es de lo más inmanente el que en una conversación -entre gente común y corriente, no entre insoportables intelectuales o enajenados investigadores universitarios- alguien escupa un vulgar concepto científico y, así acabe con la magia del transcurrir de las cosas conforme a las rotundas y trascendentes leyes mágicas del Cosmos dividido en doce?.

Y es que cada vez mas gente se la pasa hablando de genes, desalarización, riesgo coronario, Big Bang y descomposición social sin mencionar siquiera a alguna de sus causas como la conjunción de los astros, la influencia de las casas celestes ascendentes o, tan siquiera, el horóscopo fresquecito del tema que se conversa. No hay duda de que existe una actitud astrofóbica que aleja cada vez más a más de la injustamente paranoizada astrología.

La astrología mueve a muchos a incredulidad. Porque no la conocen, la ven como una farsa o una superstición pero ignoran el tremendo impacto que tiene en nuestro tránsito por este valle de lágrimas. La astrología, hijitos del cosmos, no perdona ni sexo, ni credo, ni raza ó clase social y nadie escapa a su gobierno.

El Zodiaco, aunque tenga nombre de luchador demente es siempre justo y sincero y su esencia misteriosa y magnética, se hace presente en nuestras vidas aunque sea intangible, como la cumbia, que como todos sabemos no tiene cuerpo ni corazón.

No hay ni hazaña, por muy grandioso que sea el hombre que la ejecute, ni acto, por más banal y superfluo que sea su actor, que escape al dominio de los astros. Como tampoco hay hecho político, económico o social en que no haya metido mano alguna fuerza enigmática sideral.

Veamos esto más de cerca. ¿Conoce alguna persona que anhele algo intensamente y que a veces se enoja?. Es un típico Acuario. ¿Alguna persona que frecuenta es simpática y vive cerca del centro?. Parece un escorpión, pero es Sagitario. ¿Se dan cuenta? ¿No es asombroso?.

Ahora bien las estrellas no sólo explican el carácter de los seres humanos, como ya vimos, sino también hechos históricos. El doctor Librado León especialista en Ciencias Zodiacales de la Universidad Capricorniana de Catemáco explica así la derrota de Villa en las batallas de Celaya: "Las batallas se realizaron en abril, bajo el signo de Aries, y estoy seguro de que Obregón lo sabía. He revisado las actas de nacimiento de un gran número de combatientes constitucionalistas y hay una mayor proporción de Aries que en los soldados del Ejercito Villlista donde imperan los nacidos bajo Libra que es el signo más lejano de Aries en el círculo Zodiacal. De modo que..."

También en los campos demográfico y sanitario hay cuestiones inquietantes:
¿Sabía usted que en China, el país más poblado de la tierra, es la nación que proporcionalmente tiene menos nacidos bajo Virgo? ¿O que el menor porcentaje de intoxicados con pescado descompuesto son ahijados de Piscis?.

Y no vaya a pensar el lector escéptico hacia la astrología que la influencia zodiacal de cada signo se deriva de las características de las figuras que los representan, pues, así, podría pensarse que a los nacidos bajo Tauro les gustan los toros y, a excepción de las vacas nacidas entre el 21 de abril y el 20 de abril del año siguiente, esta comprobado que es el fútbol. Y para terminar de una vez por todas con esa falsa apreciación baste decir que contra lo que pudiera pensarse, la mayoría de los nacidos bajo Cáncer mueren de paperas.

Habiendo reivindicado con justicia y fundamento a la astrología, no podíamos dejar de cumplir la generosa tradición de ofrecer un horóscopo a nuestros lectores. Debido a que la membresía zodiacal de ustedes es muy variada, habremos de echar mano de un recurso cósmico extremo (pero válido, desde luego) para salvar el problema. Nos referimos a un promedio horoscópico conocido en las ciencias astrales como campechana zodiacal:

ARIES A PISCIS:
No se desvelen porque no se podrán levantar temprano. Pida prestado: no hay peor lucha que la que no se hace. Seguirá rodeado de los que lo rodean. En menos de 2 años sucederá algo que no esperaban. Mejor no hagan eso.

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